lunes, 20 de junio de 2011

UN COLEGIO PINTADO CON ACUARELA

Algunas mañanas tengo el placer de llevar a mis hijos, Diego y Pablo, a su colegio: CEIP COLÓN.

Esos instantes del presente, como por arte de magia me trasportan a momentos de mi pasado y también de su futuro.

De mi pasado recuerdo tantos momentos y tantas personas… A esto ha contribuido el intangible regalo hecho por mis padres al guardarme  en una carpeta todos los boletines de notas, fichas de alumno, programas de fiestas, etc…


Recuerdo especialmente a mis maestros/as de Educación General Básica:

1º D. Gabriel Gijón Crespo
2º D. José Rayo Lombardo
3º D. José M.Nieto Ruiz
4º D. Pedro Ruiz López
5º Dª. Cristina Rodríguez Núñez
6º, 7º y 8º D. Cayetano Núñez Medina

También recuerdo a algunos/as maestros/as de la segunda etapa como: Dª. Catalina, Dª. Francisca, Dª. Sagrario, D. Antonio y de nuevo el buen recuerdo de D. José Rayo.

Les sigo dando el tratamiento de don y doña, ya que en aquella época formaba parte inherente de sus nombres.

Actualmente no están en el colegio y algunos/as de ellos/as incluso ya nos han dejado. Sin embargo, todos/as gozan de la inmortalidad que da habernos enseñado multitud de contenidos y aspectos, que sin ser conscientes ellos/as, ahora nosotros los enseñamos a nuestros/as hijos/as o alumnos/as. Se mantienen en mi cabeza sus anécdotas, historias y moralejas: forman parte de mí.

Como en todos los sitios, también existieron algunos que su falta de dedicación ha sido premiada con el olvido.

Recuerdo el primer día de colegio allá por septiembre del 75. Recuerdo momentos históricos de la transición. También recuerdo perfectamente la mañana siguiente al golpe de estado del año 81, en la que el profesorado se mantenía en un aula escuchando atentamente la radio, mientras los pocos alumnos de 6º B que ese día fuimos, ajenos al alcance de los hechos, jugábamos al bate en el patio del colegio.

Los pensamientos del pasado me trasportan al futuro. Si aquella generación ha sido capaz de llegar hasta aquí partiendo de unos medios bastante precarios... Puedo imaginar hasta dónde pueden llegar nuestros/as hijos/as.



Siempre he pensado que los sueños son imágenes deseadas sobre el futuro pero ataviadas de la calidez que le da el estar pintadas con acuarela. Y así veo al colegio y su alumnado: ellos/as serán lo que quieran ser. En ese aspecto Inma y yo estamos muy tranquilos, sabemos que nuestros hijos, en sus primeros años de formación, han estado en las mejores manos.

Este último pensamiento me lleva al presente. El presente que nos han dedicado personas como:

"La seño" Maricarmen Ortuño

"La seño" Montse Ocaña

"La seño" Puri Cámara

"La seño" Luisa Jiménez
  
Doy sus nombres sabiendo que los/as demás profesionales no se molestarán, dado que con ellas hemos tenido mayor contacto que con el resto. Además, escribo estos nombres, sabiendo que sus cualidades son extensivas al resto del profesorado. Me refiero a que “para muestra sirve un botón”.

Estos años también hemos vivido unos profundos cambios que han servido como comienzo de una etapa dorada para este colegio. Y es dorada hasta tal punto que muchos padres y madres sufren estrés al pensar que sus hijos no sean admitidos en el colegio "Colón".

La persona que ha liderado estos cambios ha sido Juan Carlos García, el actual director. ¿Qué puedo decir de Juan Carlos sin temor a equivocarme? Tan sólo que es una de esas personas que muy pocas veces se encuentra uno en la vida, en la que confluye la gran profesionalidad y la belleza interior: un lujo al que no estamos acostumbrados.

Desde que mis hijos tuvieron la suerte de ser admitidos en este colegio, he observado muchos detalles por parte del profesorado, equipo directivo, personal de administración, sin olvidar tampoco a Bárbara. Estos detalles son ese kilómetro extra que siempre están dispuestos/as a recorrer los/as buenos/as profesionales, al dar más de lo que se espera de ellos/as.

El complemento perfecto en esta Comunidad Educativa es el AMPA del colegio. Un grupo de madres y padres que nos obsequian a todos con su más valioso bien: su tiempo. Tiempo que dedican a programar y realizar gran cantidad y variedad de actividades durante todo el curso. Consiguen sobradamente enriquecer las relaciones entre las familias y el colegio.


Nunca he realizado un escrito tan repleto de elogios, pero ello es debido a que no hay aspecto más importante de nuestras vidas que la educación de nuestros hijos.


Quiero terminar este escrito sobre nuestro colegio y sus integrantes, animándoles a seguir creciendo. Y para ello, nada mejor que unos versos de  Rafael Alberti, de su Marinero en Tierra:
…                            
sé terraza de la mar,
sé torreón de navío.


Fdo.: Diego Martos Catena
(Padre de Diego y Pablo Martos Arévalo y antiguo alumno).

1 comentario:

  1. Simplemente, EXCELENTE¡¡¡,Diego, dar importancia a el gran valor del profesorado asi como a la enseñanza de nuestros hijos.
    Nosotros como padres, dejamos en manos de grandes personas (antetodo) nuestro más preciado tesoro que son nuestros hijos/as, y hoy dia,para mi eso no tiene precio, ya que con su esfuerzo diario, van forjando un camino que les marca en su futuro, un futuro, que aunque incierto, se va asegurando gracias a las experiencias compartidas, valores humanos y aventuras que el profesorado transmite a nuestros hijos/as.

    Excelente trabajo y profesión ¡¡¡.
    Eva

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